José Victorino Lastarria fue uno de los pensadores liberales más importantes del siglo XIX. Egresado del Instituto Nacional, como la gran mayoría de los intelectuales e historiadores del siglo XIX, formó parte de la primera generación de chilenos formados en la vida republicana. Porqué comienzo mi Post con esto? porque este restaurante se encuentra ubicado precisamente en el paseo que lleva su nombre.
Me encanta este barrio , tan lleno de...arte, y no tan solo porque encuentras el cinearte, el instituto francés, el museo de Artes Visuales, etc, sino que porque pareciera que casi todos los locatarios del sector están conscientes de esta "escencia" que impregna este curioso sector. Al caminar por estas antiguas calles de Santiago puedes apreciar un toque artístico y en cierta medida romántico en casi todas las cosas que venden y exponen, desde la tienda de ropa alternativa de la esquina, la joyería (ají se llama), el cafecito, la feria de antiguedades, entre otras. Dentro de este sector es que se encuentra este Restaurante de comida Italiana. Para ser mas exacta, en la calle Rosal 332.
La primera impresión es bastante grata, el ambiente es romántico y bien iluminado. Nos sentamos y..sorpresa!! estaban tocando cumbias de fondo?? o al menos era algo por el estilo, derrepente sentí que me teletransportaba a la típica picada portena, donde es habitual escuchar este tipo de música, pero aqui??..bueno, un detalle que quizás no es importante desde el punto de vista gastronómico, pero sí hace la diferencia.
Para comenzar pedimos el trago de la casa: Partigiana (2.100), una mezcla de champagne, cointreau, limón y azúcar. Creo que la idea es buena, pero al menos el sabor no me sorprendió. Encontré un poco plana la mezcla, sin embargo estaba bien. También pedimos una Provoletta (3.200) para la espera, la cual estaba rica pero nada fuera de lo común, la acompañamos con un pan Italiano bastante bueno, servido caliente. El servicio es bastante rápido (tan rápido que nos retiraron el plato de Provoletta antes de sopear toda la salsita de tomates en la que venía montada jaja), y los platos de fondo llegaron prontamente. Pedimos un Fetuccine de Espinacas con Locos (6.900), Gnocci de Papas con Salsa Filetto , Aceitunas y Champignones (6700) y un plato de Mezzaluna con Scalopine de Filetto (6.800). Todos los platos estaban bastante bien preparados, la pasta en su punto. Sin embargo, extrañé ese toque que hace que cada buen restaurante que visitas sea inolvidable. Mis Gnocci estaban bien de sabor, sin embargo falló la presentación - parecian guatitas como bien dijo mi amigo Jorge. Los Fetuccinis, estaban un tanto desabridos, los locos blandos sin embargo, todo bien cocinado sin duda, pero el garzón aconsejó eliminar la salsa que venia por defecto en el plato..y Error!! creo que hubiesen quedado mucho mejor con la salsa. Las Mezzalunas estaban bien también, pero se supone que estaban preparadas con un relleno de queso Roquefort que jamás logré detectar.
El postre, unos Creppe Suzette (2000) que debo confesar fue el único plato, que a pesar de su sencillez, destacó. Es un simple creppé con una salsa de naranja y licor (no recuerdo cual). Estaba muy bien lograda la armonía entre el sabor dulce y ácido del jugo de naranjas y el alcohol. Mis Profiteroles rellenos de Helado (2500), estaban frescos, el resto de los sabores estaba ok, pero nuevamente, nada sorprendente.
En resumen, según mi opinión Squadritto es un buen lugar para comer cosas bien preparadas, de buen sabor y de buena calidad, pero sin tener muchas espectativas sobre el grado de sorpresa que sus preparaciones pueden brindar a un paladar más exigente ya que es una cocina más bien tradicional, tanto en las preparaciones como en los ingredientes que ofrece la carta (excepto por una preparación de Jabalí que no probé). Creo que poniendo cuidado en algunos detallitos, como la música, y el servicio (sobre todo no quitar partes importantes de un plato!!) podría ser mucho mejor. Quizás también sería buena idea cambiar un poco la "ecuación" que utilizan para la mezcla de sabores, y así lograr que unos predominen sobre otros permitiendo que el paladar (bueno en extricto rigor es el olfato y la lengua) experimente sensaciones variadas en un mismo bocado, pero es solo una idea ;)